Ya no tiemblo.
.
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Ya no tiemblo por amarte
y era tanto, era tanto
como este miedo al ver
que se hizo tarde.
De tu sangre repleta la guitarra
será tu efímera alma
eterna en tu efímera risa de muchacha.
.
Tú diste al verso
silencio justiciero
con el coraje que yo no tengo
y yo te amé
como si fueras mi segundo y último silencio,
silencio vasto como único y primero.
.
Atrás los versos quedan desolados,
mendigos de las manos que dejaron
su alma en el rostro garabato.
.
Contigo vuelo afuera
y en ti una mancha negra
de la noche que escondiste
en aquel resguardo metálico.
.
Juntos fuimos
la conquista primera
del mar que aflora y asola la Tierra.
.
Te digo adiós
y ya maldigo tu inocencia.
.
Por los derroteros, por las murallas ilesas
te amo en el resquicio que me dejas;
canalla, he perdido el rastro de mi pena.
.
Nunca seremos más aquellos,
mi alma negra y mi pena blanca,
te dejo atrás sabiendo
que no hay cosa más hermosa
que escribir que te echaré de menos.
.
Ya en temblor
a la muerte más temprana caminas guitarra en mano;
yo sigo con mis manos náufragas y presentes
en el mayor caudal de sangre de aquella escuela.
y era tanto, era tanto
como este miedo al ver
que se hizo tarde.
De tu sangre repleta la guitarra
será tu efímera alma
eterna en tu efímera risa de muchacha.
.
Tú diste al verso
silencio justiciero
con el coraje que yo no tengo
y yo te amé
como si fueras mi segundo y último silencio,
silencio vasto como único y primero.
.
Atrás los versos quedan desolados,
mendigos de las manos que dejaron
su alma en el rostro garabato.
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Contigo vuelo afuera
y en ti una mancha negra
de la noche que escondiste
en aquel resguardo metálico.
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Juntos fuimos
la conquista primera
del mar que aflora y asola la Tierra.
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Te digo adiós
y ya maldigo tu inocencia.
.
Por los derroteros, por las murallas ilesas
te amo en el resquicio que me dejas;
canalla, he perdido el rastro de mi pena.
.
Nunca seremos más aquellos,
mi alma negra y mi pena blanca,
te dejo atrás sabiendo
que no hay cosa más hermosa
que escribir que te echaré de menos.
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Ya en temblor
a la muerte más temprana caminas guitarra en mano;
yo sigo con mis manos náufragas y presentes
en el mayor caudal de sangre de aquella escuela.
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ResponderEliminarMi fiel, camarada, resiste ensangrentada frente al ciego cíclope y todos, los caminos, no terminando en Roma.
Rocé el imposible y mi mano resbalaba mientras me fallaron mis piernas como soporte, y mi mirada fue atada con respecto al mapa que formado por la totalidad vallada del castillo de su geografía tal, que nunca toqué porque actualmente estuve como fuera con respecto al castillo durante el suceder de la totalidad de mi vivido tiempo.
Nos cambiaron, y un enorme cíclope robusto me atacó mientras yo estaba como abatido por una debilidad que no me permitía defenderme con respecto al ataque con que tal cíclope me atacó.
Corría el agua por espacios que formaban varios orificios que estaban como estando en partes del mejor sombrero mío que como tal yo tenía durante tiempos, y unas brujas decían que tal agua pertenecerme.
Era escombro mi cuerpo, y mi alma fue ultrajada porque con otros mi alma debió caminar como desnuda por largos caminos y vi poderes justicieros mientras mirando las supuestas murallas inexpugnables enemigas y saludos, camarada.
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- "Link para ver el video que en parte de sí mismo como el presente texto":
https://www.youtube.com/watch?si=CfYcfY5SBPbtbqkJ&v=YcirBDaeN-I&feature=youtu.be
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Ismael López Pozo.
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